No es aceptable llamar al empleado por sorpresa, desconectar su usuario y móvil corporativo, amenazarle con el despido, no permitir hacer llamadas ni dar opción de ser asistido por un representante sindical en ese momento. Según se nos ha comentado, el gestor de personal solo ha permitido hacer una llamada a su familia y le ha dado un breve tiempo para decidirse por una de las siguientes opciones: en algunos casos despido disciplinario o baja voluntaria pactada y en otros una prejubilación con importes inferiores a los habituales.